La castración en perros, se plantea como la solución a muchos malos comportamientos, pero en ocasiones se desconoce por completo, que esta práctica no necesariamente es la panacea de todos los problemas caninos.

A continuación mencionaremos brevemente algunos factores que debemos de tener en cuenta antes de tomar una decisión de este tipo.

  1. La castración surge su mayor efecto en las conductas caninas relacionadas con la agresión por dominancia (relacionada estrechamente con la parte hormonal) y agresión sexual.
  2. La castración no soluciona comportamientos agresivos por depredación, perseguir niños o adultos que se muevan rápido. Este tipo de agresión no se relaciona para nada con la parte hormonal.
  3. La castración no soluciona los casos de agresión por timidez.
  4. La castración no mejora los casos de perros agresivos por nervios o inseguridad y si hay muchas posibilidades de que el perro empeore sus temores después de castrado.
  5. La castración disminuye enormemente el marcaje territorial (orinar alzando la pata) y en algunos casos la soluciona por completo.
  6. La castración desaparece conductas indeseables como montar las piernas de la gente tratando de copular en ellas.
  7. La castración no cura la agresión hacia extraños o agresión territorial.
  8. Un perro castrado no necesariamente se volverá obeso o gordo si su dueño proporciona el ejercicio adecuado y una alimentación balanceada.
  9. Un perro castrado no sufrirá un trauma psicológico, ya que la sexualidad en los animales es meramente un proceso biológico para reproducir la especie y en ningún momento tiene el mismo significado que en el ser humano.

Existen actualmente opciones de castración química, que son reversibles. Esto nos ayudara a no tomar una decisión drástica (castración quirúrgica) que no es reversible y que no servirá de mucho o que empeorara en cuadro conductual de perro.

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